Vampiro

viernes, 16 de noviembre de 2007


Mi alma llora, pues el aire corta mis venas,
y derrama lágrimas negras, llenas de dolor
y pena.
La soledad de este ciclo, entorpece mis palabras
y no puedo aclarar mi mente
tristeza eterna, que atrapa la verdad
de mi sollozo, y veo como los lobos
arrancan mi pútrida carne y destrozan
mi alma en pedazos, la ira se burla
de mi y me tortura con tu rostro, mas
no puedo dejar de sufrir, yo nací para
el dolor.
Un ángel me mira atónito desde los cielos
y no pude creer, como hay ser que
aguante tal castigo, sus alas cubren mis
heridas, y sus manos curan mis lágrimas,
alzo la vista y me asombro al descubrir
su rostro, lleno de temor, de soledad, de
lágrimas de oscuridad.
Tomo su alma y la devoro, para transmutar
en un ser etéreo, que no es de día
ni de noche, de luz o de oscuridad,
un ser errante, que vagara por la eternidad,
buscando el perdón de los mártires.
Y así abrazo el perdón de los pecadores,
que junto al caronte vagan en el limbo,
añorando el cese del sufrimiento.
Una luz opaca mi vista, y me hace
desfalleser en un laberinto de dolor,
al abrir los ojos, encuentro mi cuerpo,
en un campo de espinas negras, las cuales
perforan mi alma y la desangran hasta la
ultima gota, por eso soy herrante, y busco
beber hasta el ultimo aliento de tu ser...

0 comentarios: